UNIDAD N 8

 

Representación Política

 


CONCEPTO:
La Real Academia Española dice que representar es Sustituir a alguien, o hacer sus veces, desempeñar su función o la de una entidad, empresa, etc.-

En Derecho Civil la asociamos a la idea de Mandato: un contrato por el cual una parte le da a otra un poder para que este realice determinados actos jurídicos en su nombre.-

Es decir que la idea del fenómeno representativo reside en que alguien realice funciones en nombre de otro, en materia política diríamos que unos pocos realizan funciones en nombre de unos muchos.-

Definición de Fayt: Es la situación objetiva por la que la acción de los gobernantes se IMPUTA a los gobernados siendo para estos de efecto obligatorio, siempre que se ejercite legítimamente en su nombre y con su aprobación expresa.-

Justo López: Representación – la acción de re-presentar – es la relación establecida entre los miembros de un grupo humano jurídicamente organizado (“representado”) con un órgano (“representante”), en virtud del cual este último se considera como expresión de la voluntad de aquellos.- 

Perro debe tenerse en cuenta que estas definiciones, que son neutras, desprovistas de elementos contingentes, deben ser conjugadas e interpretadas de acuerdo a las ideas y doctrinas surgidas en la segunda mitad del siglo 18 (cuando se dan las Rev. Francesa y americana): En el ámbito del derecho y de la ciencia política la Representación es un fenómeno relacionado/vinculado con un sistema y una doctrina política: LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.-

Ya nadie discute que el Pueblo es el dueño de la soberanía, en el reside y a el pertenece la soberanía, pero no pasa de ser una nuda propiedad, quedando el problema de resolver su ejercicio, quien y como ha de ejercer dicho poder, que como nudo propietario corresponde al pueblo?? 

La representación y la participación con sus diferentes técnicas constituyen los intentos de responder a dichos interrogantes.-

ANTECEDENTES Y EVOLUCIÓN:
1) En la Antigüedad: puede verse que en ATENAS, en sus antiguos teatros, hubo algunos atisbos de representación, por lo general eran elegidos por sorteo y a los fines de cuestiones muy puntuales como ir a negociar con otra polis algún tema especifico como la guerra.-
En Roma había votaciones para elegir magistrados, pero no llego a existir la idea de representación.-

2) Durante la Edad Media: Aparece la idea de Representación, pero no como se entiende hoy la representación política, sino que era una representación con base en el derecho privado, producto de la voluntad de dos sujetos: La ciudad que era representada y el representante. Se realizaba mediante un pacto y siempre sobre la base de un CUADERNO O CARTA DE RECOMENDACIONES: documento escrito donde se establecía el proceder del representantes, este era un mero ejecutor de la voluntad de sus representados, y no tenia libertad para decidir o negociar, era una “orden” indicando el sentido en que debía representar a la ciudad; esto es el MANDATO IMPERATIVO: una relación contractual concreta.-

Entonce el MANDATO IMPERATIVO era: contractual – defendía los intereses de la ciudad a la que representaba – no libre – no se podía entender que se representara a toda la nación o todo un pueblo, sino que representaba al estado que lo había elegido.- Es decir no existe la concepción de que el representante en el parlamento lo es de todo el reino o estado, sino solamente de aquellos que lo eligieron.-

3) En el siglo 18, como ya dijimos, se dan importantes acontecimientos que van a poner en crisis total el sistema de mandato imperativo dando nacimiento a lo que hoy se entiende por representación política; tenemos tres hitos fundamentales:

INGLATERRA: es un concepto que se va a ir desarrollando con el tiempo, ya desde el siglo 14, encontramos expositores que defendían la idea de que el Parlamento representa el cuerpo de todo el reino y no cada uno de los diputados a quienes lo eligieron: John Locke por Ej.-

Pero el que lo lleva a la cima es Edmund Burke, quien en 1774, pronuncia un discurso a sus electores de la Ciudad de Bristol en el que ataca abiertamente el Mandato Imperativo (que por supuesto era defendido férreamente por los terratenientes de Inglaterra).

En este famoso discurso, pilar del futuro nacimiento del nuevo sistema representativo, Burke dijo:

Que la felicidad y la gloria de un representante deben consistir en vivir la unión mas estrecha, la correspondencia mas intima y una comunicación sin reservas con sus electores: que los intereses de estos están por sobre los suyos propios; pero que su mente y su formación no son propiedad de los electores sino que se deben a la provincia.

Que la voluntad del representante no puede ser servidora de la voluntad de los electores, pues las leyes y el gobierno no son cuestiones de voluntad sino de la razón y del juicio: ¿¿¿Que clase de razón es esa en la cual la determinación precede a la discusión, en la que un grupo de hombres delibera y otro decide, y en la que quienes adoptan las decisiones se encuentran a 300 millas de donde se oyen los argumentos???

La opinión de los electores es muy importante para el representante, pero no puede ser definitiva.-

Dar instrucciones imperativas, mandatos que el diputado esta obligado a seguir ciega e implícitamente a obedecer, votar y defender aún en contra de las convicciones mas claras de su juicio y su conciencia son cosas totalmente desconocidas en las leyes del país, y surgen de una interpretación fundamentalmente equivocada de todo orden de nuestra Constitución.-

El Parlamento no es un congreso de embajadores que defienden intereses distintos, que cada uno de los diputados debe sostener como agente y abogado en contra de otros agentes y abogados, sino una asamblea deliberante de una Nación con un interés, el de la totalidad, donde deben guiar no los intereses y perjuicios locales sino el bien general que resulta de la razón general del todo.-

Elegís un diputado, pero cuando le habéis escogido, no es el diputado de Bristol, sino un miembro del Parlamento.-

Si el elector local tuviera un interés o formase una opinión precipitada, opuestos evidentemente al bien real del resto de la comunidad, el diputado debe igual que los demás, abstenerse de ninguna gestión para llevarlo al efecto.-

Somos diputados de una rica ciudad pero es parte de una rica nación cuyos intereses son variados, multiformes e intrincados.-

NORTE AMÉRICA 

El gobierno representativo es un nuevo invento diferente a la Monarquía, la Aristocracia y a la Democracia como era concebida hasta ese momento.

Mediante este gobierno la representación se injerta en la democracia

No es una doctrina, sino producto de un pragmatismo: imposibilidad de que todos decidan.-

FRANCIA

Abate Sieyès: el verdadero objeto de una asamblea representativa del pueblo es ocuparse no de los asuntos individuales de los individuos sino del interés común; el objeto de la Asamblea es expresar la voluntad de una Nación.-

Los asociados son demasiado numerosos y están dispersos en una superficie demasiado extensa para ejercitar fácilmente ellos mismos su voluntad común ¿Qué hacen? Separan todo lo que es necesario para velar y proveer a las atenciones públicas, y confían el ejercicio de esta porción de voluntad nacional, y de poder, a algunos de entre ellos. Tal es el origen de un gobierno ejercido por procuración.-

1) La comunidad no se despoja de su derecho, de su soberanía, esta es inalienable.-, solo se encarga su ejercicio.-

2) Solo se transfiere lo necesario para mantener el buen orden, no todo el poder.-

3) No pueden los representantes alterar el poder y sus límites que les han sido dados.-

“no es ya la voluntad real la que obra, es una voluntad común representativa”, o sea que una necesidad de hecho origina el sistema de la representación y que se produce solamente una “delegación parcial” del “ejercicio” de la “voluntad nacional”.-

Una vez creado el sistema el pueblo no puede hablar ni obrar sino por medio de sus representantes, y estos no lo son de quienes los han elegido sino del país entero.-

La asamblea se convierte en una representación total de la totalidad nacional.-

Con la Rev. Francesa (1789) aparecen tres importantes innovaciones:

1) ya no se representa a los estamentos o ciudades, sino al PUEBLO como entidad abstracta:
el Art. 45 CN: La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias, de la ciudad de Bs As y de la Capital en caso de traslado, que se consideran a tal fin como distritos electorales de un solo Estado y a simple pluralidad de sufragios.; es decir que, en concordancia con el Preámbulo, en la Cámara de Diputados esta representado el pueblo de la nación como entidad única y total; por eso es impropio identificar a los diputados por el distrito donde son elegidos, dado que no representan a los estados locales, a diferencia de Senadores, por lo que deben tener en cuenta no los intereses locales sino los intereses generales de la república…. Pero ojo en la práctica la desarticulación del sistema representativo no deriva del apego del diputado a su distrito cuanto a su partido)

2) El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes.- mandato libre 
Nuestro Art. 22 de la CN: El Pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticiones a nombre de este, comete delito de sedición.—excepción: institutos de democracia semidirecta: Consulta Popular (40) y la Iniciativa Popular (39).-


3) El vínculo entre el representante y el pueblo representado se va a establecer por un procedimiento específico fundamental: el voto o sufragio Universal: 
el sistema representativo exige la realización periódicas de elecciones, estas son el presupuesto del sistema.- CSJN: caso UCR-CFI-Partido Federal y Frejupo, del año 1989: en la forma representativa de gobierno consagrada en la Ley Fundamental, el pueblo, como entidad política, es la fuente originaria de la soberanía, y el modo de ponerla en ejercicio es la elección de los representantes por el cuerpo electoral sobre la base de la representación libre; … sigue diciendo: de ese modo el sufragio es la base de la organización del poder y el derecho que tienen los ciudadanos de formar parte del cuerpo electoral, y a través de este, constituir directa o indirectamente a las autoridades de la nación.- 

Todo esto da nacimiento al MANDATO REPRESENTATIVO: la representación se establece entre el pueblo (entendida como totalidad política abstracta) titular de la soberanía y sus representantes. Se suprime entonces el mandato imperativo y se da curso a este mandato (representativo o libre), donde no se sujetan los representantes por poderes expresos y no son revocables los mandatos, es decir no hay responsabilidad por las decisiones (solo es reclamable mediante no elección en los siguientes comicios) – independencia e irresponsabilidad- de allí la consecuencia de la irrevocabilidad de la designación, también el mandato es universal: valido para cualquier asunto.-


ELEMENTOS CONCEPTUALES CONSTITUTIVOS DE LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA:

1) El “representado” es la “sociedad global” (la nación el pueblo la comunidad) pero en su conjunto y sin ninguna clase de distribuciones ni discriminaciones.-

2) El “representante” es un grupo humano institucionalizado – un órgano – pero también en su conjunto (asamblea, congreso, etc.)

3) La “técnica” de la representación esta constituida por la elección de los integrantes del segundo por los integrantes del primero, sin otra división por parte de estos últimos que la de carácter territorial-

4) la “relación” entre electores y elegidos ofrece dos características principales: a) en conjunto, los elegidos expresan y ejercen la voluntad de los primeros, aunque sometidos a limitaciones; b) individualmente, los segundos no están sujetos a los primeros, son libres, quedando agotada la relación en el acto de designación.-

5) La “finalidad” consiste en crear una voluntad que anteponga el interés común a los interesados particulares.-

SARTORI:
Va a hablar de TRES perspectivas diferentes de la REPRESENTACIÓN:

JURÍDICA: centra su razón de ser en una idea moderna de mandato, el representante es aquel cuyos actos son imputables a la comunidad que vive bajo su jurisdicción, es decir a la comunidad que el represente

En virtud de dicha representación la comunidad obedece las órdenes emanadas de quien la representa.-

Además la comunidad necesita una voluntad común, esta representación hace posible dicha voluntad común.-

SOCIOLÓGICA
Hace referencia a la idea de identidad, el representante es aquel en el cual el representado se ve reflejado como en un espejo.- 

El representante es un igual por lo que va a defender los intereses del votante por pertenecer a la misma clase social, al mismo territorio, o tener la misma ideología.

Importante: aparece la idea de consentimiento: al ser un igual hay un beneplácito un acuerdo en cumplir con las ordenes que de el emanan.-

POLÍTICA
Aparece la idea de control y responsabilidad, el representante es tal porque se somete a fiscalización a través de elecciones periódicas: sino satisface las expectativas que la sociedad tiene, le será retirada la confianza depositada. El control se ejerce mediante las próximas elecciones.-

SISTEMAS DE OCCIDENTE:
Mezcla de los tres elementos:

rep. Jca: porque los mandatos que emanan del congreso son de obligado cumplimiento, no solo p el ciudadano sino tb para el representante en cuanto ciudadano.-

Representación Sociológica: porque existe la posibilidad de apoyar a aquel candidato a representante con el que se tiene una identidad, con el que me identifico.

Política: el Sist. de elecciones me permite sino cumplen con las expectativas retirar el voto en la prox elección, hay un plazo fijo para ratificar o no la confianza depositada.-

Por ello el consentimiento que otorgan los ciudadanos en base a la rep sociológica y política, lleva a consentir la rep jurídica: obediencia voluntaria de los mandatos del poder.-

Dar ejemplo con el matrimonio homosexual: la defraudación, por eso no lo voto, pero debo cumplir la ley


REPRESENTACIÓN Y PARTIDOS POLÍTICOS

EL sistema de representación política fue concebido sin la existencia de los Partidos Políticos, el pueblo era capaz de actuar como una unidad, por lo que la aparición de los partidos mino es unidad, y no fueron, al principio bien recibidos por la doctrina.

Dice Justo López que puede afirmarse que el surgimiento y desarrollo de los partidos políticos, aunque fue provocado por la implantación del régimen democrático representativo, fue un hecho no previsto ni querido por la doctrina de la representación política. Pero que el hecho existió y su consecuencia fue más que significativa.-

Aparece un intermediario entre el parlamento y el pueblo, antes de ser escogido por el pueblo el diputado es elegido por el partido:los electores no hacen mas que ratificar dicha elección.- LA nocion de elección, entendida esta como la selección de los gobernantes por los gobernados, se altera de manera profunda.-

Los PP van a ocupar el lugar que otrora les correspondía a los diputados, elaboran las listas para las elecciones y toman las ultimas decisiones sobre cuestiones que originalmente descansaban sobre la voluntad popular.-

Articulo 38:
“Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución, la que garantiza 
su organización y funcionamiento democráticos,
la representación de las minorías,
la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos;
el acceso a la información publica y 
la difusión de sus ideas.
El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capacitación de sus dirigentes.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y patrimonio.”-

CSJN:
El sistema representativo y el sistema de partidos han llegado a ser sinónimos. (Ríos Antonio Jesús, consid. 15. Fallos 310:810(1987), ED, 123-231)

En la forma representativa de gobierno consagrada por los arts. 1° y 22 de la Ley Fundamental, el pueblo, como entidad política, es la fuente originaria de la soberanía, y el modo de ponerla en ejercicio es la elección de los representantes por el cuerpo electoral sobre la base de la representación libre. (UCR, CFI-Partido Federal y Frejupo, C.S., 1989. ED, 136,149)

de ese modo, el sufragio es la base de la organización del poder, y el derecho que tienen los ciudadanos de formar parte del cuerpo electoral y, a través de este, constituir directa o indirectamente a las autoridades de la Nación.” (UCR, CFI-Partido Federal y Frejupo, C.S., 1989. ED, 136,149)


GELLI: los partidos políticos nacieron del régimen representativo, convirtiéndose en órganos indispensables para el sistema que les otorgó, por medio de la ley, el monopolio de las candidaturas. Pero se debe tener en cuenta que los partidos políticos existen por la democracia representativa y para ella misma y no a la inversa.-


Los partidos políticos son Organizadores Electorales – Monopolio de las candidaturas.-
El elegido esta sometido a la disciplina y al programa del partido.-

Reclaman poder para si y no para sus miembros.-

El diputado independiente es sustituido por el representante del partido.-

Especie de Resurrección del Mandato Imperativo

El Diputado ya No representa al Pueblo.-

Programa Partidista: disciplina, convicción, deber ético.-

Claro que esto depende de la fortaleza y organización del partido, mientras mas y mejor organizado mas presión puede ejercer sobre sus miembros: ejemplo clásico: la disciplina de votación.-

Modificación del carácter del Congreso: ya no es asamblea deliberativa, la decisión se ha tomado antes dentro del Partido.-
Ejemplo: La coalición Cívica , Redrado, BCRA, Prat Gay, voto en contra de lo que el pensaba.-
Tipos de representación

APROPIADA: el representante tiene apropiado el Derecho de Representación, se da en la dominación Patriarcal y carismática y tiene un ámbito tradicional: Jefe de clanes, caciques, etc.-

VINCULADA: el representante es elegido por sorteo o turno, Limitado por el mandato imperativo y derecho de revocación. El Representante es un mero ejecutor de la voluntad del representado.-

LIBRE: representante “elegido”. No esta ligado por instrucción alguna, siendo señor de su propia conducta, Solo se atiene al deber moral de lo que son sus propias convicciones objetivas, no tiene en cuenta los intereses particulares de sus electores, sino de la comunidad toda. Vuelva a aparecer el Art. 22: el pueblo no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes. El pueblo no da instrucciones.-

DE INTERESES: Para la representación se tiene en cuenta la pertenencia profesional o de Clases, siendo designado por sus iguales. Grandes partidos de masas o de clases.-









FORMAS DE REPRESENTACIÓN

REPRESENTACIÓN POLÍTICA: Democracia Representativa.-

REPRESENTACIÓN FUNCIONAL: integra las doctrinas que corresponden a regimenes en los cuales la formación de los Órganos estatales que ejercen el gobierno, se hace teniendo en cuenta la posición ocupada en la estructura socioeconómica: sea quien va a formar parte del órgano estatal, sea por quienes lo van a elegir. Las doctrinas que sustentan esta representación están en contra de la representación política: representación funcional es igual a no representación política.-

Sus rasgos sobresalientes son: 1) la oposición al concepto de representación política; 2) formación de órganos estatales en correspondencia con la estructura socioeconómica.-

El hecho es que en toda sociedad existen diferentes grupos intermedios que surgen de la división del trabajo social, esos grupos tienen idénticos intereses y pelean por defender y acrecentar dichos intereses, pues desarrollan la misma actividad, y en defensa de esos idénticos intereses que intervienen en la vida política en desmedro del interés general.

Estos grupos están siempre, y en toda sociedad, entonces estas doctrinas creen que lo mejor y el remedio es darles intervención propia y directa en la acción de gobierno a tales grupos y en tal carácter.


CORPORATIVISMO: Se caracteriza por su tinte ideológico, carece del sentido neutro que si tiene la REP. FUNCIONAL, se lo puede considerar como doctrina (idea política), como un movimiento (vida política) y como régimen (institución política).

Como doctrina: el corporativismo sobre la base de una visión de la sociedad – que es opuesta a la visión de la democracia liberal – propugna una determinada organización, social, política y económica.-

Como movimiento agrupa seres humanos en pos de los fines señalados por la doctrina y por ello ha dado lugar a distintos tipos de organización y a variadas estrategias.-

Como régimen coloca la corporación – grupo humano con función específica – como base y centro de la organización soc eco y pol, y acuerda un lugar preferente en la formación de los órganos estatales a alguna de las modalidades de la representación funcional.

La doctrina del corporativismo se basa en una determinada concepción de la sociedad: pluralidad de grupos intermedios naturales, esto es el aspecto social del corporativismo, y sobre el surge el aspecto económico: aquellos grupos, en tanto revisten carácter económico (es decir se encuentran vinculados con la creación de bienes y servicios) deben ser los protagonistas del respectivo proceso: ni el estado absorbente ni los individuos aislados han de hacer ese cometido; 

Así el hombre integrado en su grupo económico se convierte en el centro del quehacer económico, por encima del capital y del poder.

Se genera un sistema económico que no es ni capitalista ni socialista.-

Dicha misma premisa sirve para la estructura política: si la sociedad esta integrada por grupos que son diferentes, son estos los que deben constituir los causes y los instrumentos para conducir y convertir la voluntad social en voluntad política, y a través de ellos puede y debe darse la autentica representación: por lo tanto esta se basa en la función concreta que cada uno cumple en la sociedad y no en la condición abstracta de hombre o ciudadano.

Dependerá de si se dan los tres aspectos: el social, el económico y el político, para que el corporativismo tenga carácter total o parcial.-
 

 Crisis de la Representación y el Nuevo Ciudadano

 
"CRISIS DE LA REPRESENTACION Y EL NUEVO CIUDADANO” 
CRISIS DE LA REPRESENTACION PARTIDARIA
Para exponer nuestro tema en relación a la crisis de la representación partidaria estimamos el mismo puede ser analizado en un contexto más amplio referido a la crisis general de la democracia representativa. No creemos que esta crisis implique necesariamente el fin de aquélla, pero sí estamos persuadidos en que forma parte de un profundo cambio que se opera aceleradamente sobre la sociedad, el Estado y la política misma.
La crisis afecta a la propia esencia de las democracias que surgieron hace cincuenta años sobre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial. Estas se asentaban sobre dos pilares : la democracia representativa y el estado de bienestar. Este tema de la representación fue el desvelo de los grandes clásicos del pensamiento liberal, Rousseau, Montesquieu, quienes estaban lejos de imaginar cómo tal régimen podía colmar las exigencias de un mundo moderno. Hubo que esperar hasta 1835 para que Alexis de Tocqueville descubriera este sistema como algo orgánico y consolidado.
Decimos entonces que a partir de allí se abrió un largo ciclo en el cual la democracia representativa, para subsistir, tuvo que transformarse permanentemente. En el primer periodo, el parlamentario, la aristocracia, la élite gobernante, nunca se sintió deudora de la opinión ni del sentir colectivo. Durante el ciclo del sistema de partidos, las masas canalizadas y fieles a su divisa partidaria, votan por el partido dando menor importancia al candidato y consecuentemente el representante obedece a la jerarquía partidaria. En nuestro tiempo aparece la democracia de la opinión pública en la cual la figura del candidato ocupa un lugar preponderante, soslayando la estructura partidaria o reconvirtiendo el todo o parte del antiguo partido en nuevas fuerzas encolumnadas detrás de la figura hegemónica.
La teoría política clásica nos señalaba al partido político como mediador entre el Estado aparato y el Estado sociedad: nos preguntamos en cuál de estas dos dimensiones se ha instalado la crisis. 
Dentro del Estado sociedad, advertimos la indiferencia y abstencionismo de grandes sectores de la sociedad, hundimiento o reconversión de las tradicionales estructuras partidarias, fuerte corporización de la clase política que respalda sus propios intereses alejados de los anhelos populares, los nuevos debates que se han instalado en la sociedad ( ecología, bioética, seguridad interna y externa ) , que superan la formación de los representantes que acceden a los cuerpos legislativos, nuevos actores que se expresan en el mundo de la política pero que no provienen de las estructuras políticas tradicionales. 
Dentro del Estado aparato, advertimos la aparición del Ejecutivo convertido en un monarca constitucional, el descenso del Legislativo transformado en un mero organismo técnico encargado de votar leyes, el peso del Presidente parece tan preponderante que ninguna fuerza social ni asociación intermedia se encuentra preparada para hacerle frente, algún autor le ha llamado “monarca republicano” que sólo depende de su cuota de popularidad.
LA ACTIVIDAD POLITICA Y LOS SONDEOS
Es así que cuando más se debilitan los cuerpos intermedios, más importancia adquieren los sondeos y consecuentemente más anticuadas se muestran las formas tradicionales de representación. En realidad somos los ciudadanos los responsables de prestarnos a un juego de espejismos que nos dispensa de toda otra forma de acción política. Como lo ha señalado un autor, Bernard Manin “los sondeos rebajan el costo de la representación política, exigen menos sacrificios que la antigua militancia, ocupan menos tiempo que las manifestaciones, suponen menos renuncia personales que la participación en la vida pública y se corresponden admirablemente con los criterios de una sociedad hedonista e individualista”. Por otra parte el hombre político, convertido en esclavo de las cifras, se preocupa por mantener su nivel o consolidar su cuota de popularidad, así es que sus discursos, sus actos, se ciñen a la búsqueda del mayor impacto sobre las encuestas. En medio de este juego la política no deja lugar para los proyectos, las ambiciones, los sueños ni aún para los compromisos ni los acuerdos.
En este sistema político que ofrece un espacio cada vez mayor a la personalización del poder, la designación de los líderes sólo puede tomar tres vías: primero, elecciones primarias al estilo norteamericano, segundo, poder de designación por parte del partido político, y tercero, diagnóstico de los sondeos. Nos preguntamos si estamos transitando una nueva etapa del sistema representativo; históricamente el parlamentarismo habría cedido protagonismo a la democracia de los partidos y actualmente aparece una verdadera democracia del público.
Podemos comparar estos tres sistemas desde varios puntos de vista y diversos criterios, a saber, a) la elección de los gobernantes, b) el margen de independencia de los elegidos, y c) la libertad de la opinión pública.
En relación a la primera etapa de la representación parlamentaria, la elección del candidato se formulaba intuitu personae ; en cuanto a la segunda etapa, referida a la democracia de partidos, primaba el voto partidista; en la actualidad, etapa de la democracia del público, se advierte la fuerte personalización dirigida a la figura del líder, constituyendo un contrato de confianza entre elector y elegido aunque éste no proceda de las estructuras partidarias tradicionales. 
En cuanto al punto b) en relación a cómo la forma de designación del candidato va a determinar el grado de libertad del elegido, podemos referirnos a tres etapas. El patricio, designado por sus pares, actúa según los dictados de su propia conciencia. El militante, investido por el partido, está para aplicar el programa de aquél y someterse al mismo. El candidato actual, basado en su capital personal,es prisionero de la imagen que de sí mismo ha transmitido a los electores. 
En cuanto a la libertad de la opinión pública, punto c), la misma ocupa en cada una de las referidas etapas una posición diferente. En la etapa del parlamentarismo, el impacto de la opinión pública podía ser ignorado por los elegidos. En el periodo de los partidos políticos, la opinión pública no constituye un actor social de importancia porque se divide siguiendo criterios partidistas. En cuanto a la democracia del público, aquí la situación se complica, toda vez que el voto traduce el estado de ánimo instantáneo de la opinión pública, pero como ésta es cambiante se corre permanentemente el riesgo de divorcio entre una situación política fija y el sentir popular que la representación institucional ya no expresa. De esto se deriva la gran importancia de los sondeos que informan al gobierno el estado de ánimo de los gobernados y lo obligan a tenerlos en consideración. Por otra parte también deriva en un sutil juego político que desorienta al electorado cuando vemos a líderes socialistas y populistas ejercer una defensa de la economía de mercado y a conservadores, bregar por aumentos sustanciales del gasto social. 
Así nos preguntamos si estas nuevas realidades no representan el tan mentado fin de las ideologías y si el poder es una mera técnica para poner en práctica los deseos cambiantes de la opinión pública. Asimismo nos preguntamos si llegó el momento en que la soberanía popular tome en sus manos el destino de la Nación mediante el sufragio universal emancipado definitivamente de los partidos políticos. Nos preguntamos si a la vista de estas realidades podemos seguir hablando de un ”Estado de partidos” en la medida que dicho Estado, al decir de García Pelayo, “obtiene su legitimidad y funcionalidad democrática, sólo a través de la interacción entre el sistema de partidos y el sistema estatal ”. La existencia de un Estado de partidos supone que las principales decisiones gubernamentales son tomadas por personas que, o bien han sido elegidas por los ciudadanos dentro de una lista electoral partidaria, o bien han sido designadas por los partidos políticos, y ello nos promueve las siguientes reflexiones. Primero, ¿ hasta qué punto las decisiones se toman por parte de los políticos elegidos ? ; segundo, ¿ hasta qué punto las políticas públicas son llevadas a cabo por los partidos ?; y tercero, ¿ hasta qué punto el personal político es reclutado a través de los partidos y asume responsabilidad en cuanto representante de aquéllos ?-
Es aquí en donde se produce la quiebra del Estado de partidos que se manifiesta cuando menos en tres ámbitos: ámbito institucional, ámbito político global y ámbito de la sociedad civil.
AMBITO INSTITUCIONAL
Formalmente el grado de control de los partidos sobre las instituciones de gobierno es de vital importancia, puesto que si bien existen otras organizaciones o grupos que de algún modo ejercen funciones de control político, los partidos constituyen a través del control del Legislativo y el gobierno en general, el único centro suministrador de legitimación política. No obstante ello advertimos la creciente importancia que adquieren determinadas instituciones propias del sistema democrático moderno, no directamente ligadas al juego de la relación partido-parlamento-gobierno. Algunas de estas instituciones gozan de una capacidad de decisión cada vez mayor en el diseño de las políticas públicas, tal el caso del superministerio de Economía con su instrumento Banco Central en quienes recae el diagrama y aplicación de la política fiscal monetaria y sus necesarias implicancias en materia social y política general.
AMBITO POLITICO GLOBAL
El Estado de partidos implica una actividad direccionista del gobierno actuando como agente de los ciudadanos. Nos preguntamos ¿ hasta qué punto mantienen los partidos un grado de control sobre las estructuras sociales y económicas en su conjunto ? , ¿ hasta dónde llega la capacidad actual de los partidos para establecer las grandes directrices de la política económica ?. 
Por una parte los partidos han aumentado notablemente su campo de actuación ya que se ven obligados a tomar posición ante todo tipo de problemas. Así es que grandes campos de la política son hoy competencia de los partidos políticos, pero por otro lado su protagonismo ha disminuido en relación a su entorno social y organizativo, en la medida que su capacidad para movilizar, negociar o incluso tomar decisiones políticas se ha reducido.
Cada vez resulta más intensa la presencia de otro tipo de organizaciones o estructuras que limitan el protagonismo de los partidos. Estas organizaciones (grupos de presión, corporaciones) ejercen su influencia desde afuera del sistema legal en la medida que su protagonismo político no encuentra reflejo alguno en el plano institucional.
AMBITO DE LA SOCIEDAD CIVIL
¿Cuál es el alcance de la influencia de los partidos sobre la sociedad civil, fuera de su actividad estrictamente institucional o gubernativa ? Advertimos que la presencia de los partidos en la sociedad civil se ha debilitado. Es cierto que las funciones de los partidos políticos nunca han sido monopolio exclusivo de ellos, pero actualmente tanto la voluntad de la integración de los ciudadanos como la canalización de sus demandas, se ha trasladado hacia diversos movimientos sociales o grupos de interés. Ello origina una doble consecuencia, tal como el abrir camino a la difusión de comportamientos políticos no convencionales y tal como facilitar la explosión de reivindicaciones corporativas. Por otra parte, si bien los partidos políticos continúan manteniendo casi íntegramente la función de reclutamiento del personal político, no sólo a los individuos electo-representativos, sino al conjunto de la llamada tecnoburocracia, por lo que es evidente la influencia cada vez mayor de hecho aunque no de derecho de los grupos corporativos o de interés. En otras funciones tales como la formación de las políticas públicas están siendo seriamente afectadas por el desarrollo de organizaciones a las cuales hemos aludido. En estas funciones los partidos políticos han perdido su carácter de protagonista principal, viéndose obligados a compartir su actividad o influencia con los grupos de interés y movimientos sociales, es decir, con organizaciones que no compiten en las contiendas electorales.
La cuestión clave a determinar es si la disminución de influencia de los partidos políticos y el consiguiente aumento de la influencia de otras organizaciones, implica o no un desafío al asentamiento del propio sistema de partidos. El problema no es tanto que los mismos compartan el control con las otras organizaciones, sino el que éstas vayan adquiriendo cada vez una mayor autonomía en su actividad y al mismo tiempo que los nuevos intereses e identidades se desarrollen independientemente y al margen de los partidos políticos.
Un sistema de partidos se funda y persiste por su capacidad para desarrollar sus funciones esenciales. La emergencia tanto de nuevos sujetos políticos como de nuevas demandas sociales al margen de los partidos, implica inevitablemente un desafío crucial al propio sistema.
Por ahora los problemas de los partidos políticos se manifiestan de modo más intensos en relación a lo que Easton llamaba los imputs, ello porque cada vez se muestran menos capacitados para dar respuesta a los dos imputs más importantes a ellos asignados: primero, comprender y hacerse portavoz de las demandas, particularmente las nuevas demandas cualitativamente diferentes a las existentes hasta ahora surgidas de la sociedad y segundo para canalizar hacia el Estado dichas demandas.
EL NUEVO CIUDADANO
Sabemos que la democracia representativa, imaginó un ciudadano con amplia autonomía y capacidad para discernir independiente de las presiones demagógicas el bienestar general de la República. Esta idea central fue la respuesta clave a las desdichas provocadas por los totalitarismos vigentes en el siglo pasado y un proyecto de sociedad basado en la seguridad, bienestar y pleno goce de derecho.
Más allá de los cambios acaecidos en los últimos treinta años en relación al estado de bienestar, estos valores subsisten mayoritariamente en la conciencia de los ciudadanos. En nuestra propia realidad nacional los derechos políticos establecidos en el siglo pasado que permitieron el sufragio universal de hombres y mujeres sirvieron para garantizar la defensa de los derechos civiles y sociales. No obstante ello, tras el proceso de incorporación de un número cada vez mayor de ciudadanos y ciudadanas a las contiendas electorales, se fue transformando la imagen de aquellos representados pretendiendo convertirlos de sujetos de la soberanía en un objeto de manipulación de las fuerzas del poder gobernante. El gran avance de los recursos tecnológicos, el poder de la imagen y generalmente la impropia disponibilidad de los recursos públicos, ha servido para engrosar las redes clientelísticas, desvirtuando el principio republicano del representante-representado. Como consecuencia, las contiendas electorales terminaron transformándose en una usina receptora de votos que manejan los expertos profesionales en estos temas. Estos nuevos asesores procuran instalar la imagen de un candidato, auscultando permanentemente las cambiantes tendencias de la opinión pública.
DEMOCRACIA REPUBLICANA Y CIUDADANO
Entendemos que el componente republicano de la democracia, es consecuentemente un atributo en la condición ciudadana que tiene la facultad de convertir las instituciones en creencias compartidas. No basta entonces con disponer de una buena constitución y buenas leyes, es necesario asimismo que el orden normativo viva en la conciencia de los ciudadanos como guía de su propio comportamiento. Un orden institucional sin ciudadanía creará una república restrictiva y oligárquica, toda vez que la ciudadanía significa un proceso progresivo de adquisición de derechos y obligaciones que suponen asimismo un proceso según el cual la acción política va modelando a la sociedad y a la cultura de un país en valores asumidos por el régimen de la democracia republicana.
EL PLURALISMO Y LA CRISIS DE REPRESENTACION
Interpretamos que el problema del pluralismo trata de la conversión de la pluralidad de grupos que coexisten en una sociedad heterogénea, en un sistema de pluralismo de partidos. El gran desafío lo constituye el hecho de convertir la pluralidad en pluralismo político, base de un buen gobierno republicano en cuyo seno interactúan dos o más partidos en el marco de un orden normativo y de reglas fielmente acatadas por gobernantes y gobernados. Por el contrario, las sociedades que no han instrumentados tales principios corren el riesgo de que coexistan en un clima de permanente confrontación. 
En la historia política argentina de nuestro siglo y del anterior hemos asistido a incesantes antagonismos y enemistades. Más allá de las confrontaciones que provocaron los gobiernos de facto, las dictaduras militares en el pasado, y aún gobiernos civiles en los cuales siempre existieron coaliciones plurales enfrentadas con otras coaliciones plurales por el control del poder, pensamos que en nuestra realidad actual no hemos logrado aún el ansiado pluralismo. Ello debido a tres aspectos básicos de nuestra realidad política; primero, la tendencia a captar los adversarios para integrarlos en un nuevo movimiento; segundo, el progresivo debilitamiento de los partidos políticos ya referido que constituyen siempre la garantía de una democracia pluralista, y en tercer lugar, la tendencia a ejercer el poder con mayorías absolutas en detrimento de la opinión de las minorías. Esta forma de captación se corresponde ejemplarmente con los movimientos populistas en los cuales existe el liderazgo hegemónico del Ejecutivo también ya referido anteriormente.
El jefe movimientista es aquél que traza la línea demarcatoria entre los que están dentro del movimiento y los que quedan fuera de él, llevando al extremo la dimensión constitutiva de la política en la antinomia amigo-enemigo. La resultante del estilo movimientista se traduce en el intento de terminar con el sistema partidista, provocando gradualmente el derrumbe de la propia democracia de partidos, adoptando la práctica de la confrontación y descalificación de los adversarios. 
Aún dentro de la crisis de la representación partidaria nos pronunciamos por el pluralismo del sistema de partidos, con la preservación de la identidad propia de cada agrupación que promueva la oposición competitiva y el diálogo crítico. El avance del estilo movimientista afecta el principio de la legitimidad democrática y republicana desvirtuando la coexistencia de mayorías y minorías y buscando incorporar en su seno a segmentos de aquéllas para construir el poder hegemónico.
EL DECLIVE DEL CIUDADANO Y LA DEMOCRACIA DE MASAS
El análisis de los problemas y las decisiones políticas, quedan exclusivamente en manos de quienes fueron elegidos para gobernar y grupos privilegiados cercanos al poder. La consulta al pueblo es casi inexistente, si bien es cierto que en la mayoría de los casos tal consulta no aportaría resultados positivos porque los gobiernos no tienen en sus preocupaciones la información y la formación de los ciudadanos. 
El siglo XX que vio crecer en progresión geométrica las ciencias y la técnica, no aportó a la teoría teórica y práctica adelantos significativos en orden a la participación democrática.
Existe un consenso generalizado de aceptar como democrático un sistema que tiene el sufragio universal como única manifestación de la participación ciudadana. Desde los albores de la democracia el sufragio se fue extendiendo hasta llegar a abarcar la totalidad de la ciudadanía. Estimamos que el voto popular es una mínima parte, es apenas un comienzo, no representa ni siquiera el estado larval de la democracia que nos separa de los sistemas autoritarios.
Estamos persuadidos de la ineficiencia del voto universal y obligatorio, en tanto y en cuanto los ciudadanos no reciban la formación a la que tienen derecho y obligación. Si esta premisa se cumpliera veríamos desaparecer “la masa “ y surgir “la ciudadanía”. El masivo sufragio universal sin ciudadanos, no conduce necesariamente a la auténtica democracia representativa y por el contrario puede guiar a liderazgos hegemónicos y autoritarios.
Sabemos que el voto popular es presupuesto ineludible de la democracia pero no de correcto ejercicio democrático. La historia nos ha dado y aún nos da ejemplos de sistemas dictatoriales, autoritarios y totalitarios en Europa y América que paradójicamente se originaron en elecciones populares. Adolfo Hitler y su régimen Nacionalsocialista fue producto de un proceso electoral no cuestionado en su legalidad.
No se debe interpretar lo que afirmamos como intento de suplantar el voto popular por algo diferente, éste seguirá siendo la base de la democracia representativa, pero sin cultura cívica que lo haga inteligente, no conduce a resultados positivos. Existe una equivocada concepción sobre el significado del término “masa popular”; “masa” no es sinónimo de muchedumbre proletarizada y conglomerado irracional y sin formación. Puede y suele estar integrada por personas de distinto nivel cultural generalmente desvinculadas entre ellas y que no buscan ni intentan relacionarse. Cuando se trata de votar conforman un cuerpo homogéneo con miopía política que limita su análisis a puntos aislados, no discierne ni sintetiza, su característica es polarizar, estar a favor o en contra, generalmente no encuentra los términos medios, el razonamiento se vuelve sentimiento y por momentos desaparece en la irracional expresión de incondicionalidad al liderazgo verticalista. 
Al decir de Sigmund Freud “las masas nunca conocieron la sed de la verdad, piden ilusiones a las que no pueden renunciar. Integrar una masa es toda una experiencia liberadora de pasiones reprimidas, produce una sensación gozosa a sus miembros al entregarse así, sin barreras, a sus pasiones y de este modo perder el sentimiento de su individualidad”. 
Esto conduce a los caminos sin alternativas sostenidos con frecuencia por la propaganda política en su sentido más peyorativo. Dice Beltrand Russell que hay tres formas de ejercer el poder sobre los hombres: la fuerza física directa, la dádiva y recompensas y la influencia de la opinión. Son claras expresiones de la violencia que se ejercita desde el poder. Así la violencia física anula la voluntad, la violencia de la dádiva tuerce la voluntad y la propaganda engaña la voluntad. Decimos que en nuestra propia realidad nacional produce la lamentable práctica de la compra de voluntades mediante la dádiva, lo que implica lisa y llanamente la formación del clientelismo político y un desprecio a la voluntad misma de los hombres.
Así es que un eslabón constituido por el líder hegemónico, el verticalismo y la masa constituye una cadena que hace prisionero al hombre, no por dominación despótica sino por desindividualización masificadora que lo transforma de ciudadano protagonista en un elemento manipulable.
En tanto y en cuanto no se estructuren mecanismos ágiles para recibir en forma permanente la opinión del pueblo en general y en particular de quienes están más capacitados para emitir juicios especializados, no podemos decir que practicamos una auténtica convivencia democrática. Una mayoría masificada suele equivocarse con mayor frecuencia que una minoría formada e informada.
Un buen dirigente democrático que piensa en forma distinta que la mayoría debe reconocer que su pensamiento es minoritario e intentar ejercer una acción docente explicando los motivos de su disidencia, procurando convencer a los electores de que un cambio puede resultar favorable.
Estamos lejos de tales conductas. Nuestros dirigentes prefieren atarse al carro triunfal de la opinión mayoritaria.
El poder de las encuestas ya mencionado, potencia los errores de las mayorías masificadas. Un resultado favorable en una encuesta da al objeto de ésta un valor de verdad absoluta. A ese camino señalado por el estudio de opinión, se lanzan todos los dirigentes, no porque racionalmente estén convencidos de las ventajas, sino porque les conviene electoralmente y les permite continuar en sucesivos mandatos.
Han transcurrido más de veinte años desde que comenzara un nuevo sueño argentino; caída la última y feroz dictadura, creímos arribar a los fulgores de la democracia; no obstante cometimos el error de destronar la tiranía y la opresión para entronizar el personalismo político. Si bien mejoramos, no hemos ingresado aún a un camino de verdadera democracia, a las cabezas ejecutivas les fuimos entregando cada vez mayores poderes desdibujando el necesario equilibrio de aquéllos y soslayando la idea del ciudadano como central artífice y destinatario del futuro de la Nación.
Por: ERNESTO CORDEIRO GAVIER